A la hora de elegir nuestro casco de moto, además del tipo de casco que vamos a necesitar en función del uso, tenemos que tener en cuenta algunos otros factores que son importantes:
TALLA DEL CASCO: a pesar de existir unas normas estandarizadas para la fabricación de cascos, cada fabricante varía un poco sus patrones de calotas, por lo que es aconsejable seguir las indicaciones que cada uno ofrece. En el Motorista te lo ponemos fácil, por ello en la pestaña “Más Información” de nuestros cascos encontrarás las indicaciones del fabricante referente a los tallas de sus cascos.
HOMOLOGACIÓN: Cada país o región establece unos requisitos mínimos para un uso aceptable del casco, por ello las reglas de homologación aprueban el uso del casco que tiene este distintivo. En el caso de España, los cascos homologados tienen un sello blanco con el término “E9″.
CIERRE DEL CASCO: un casco mal ajustado o con un cierre poco seguro es propenso a soltarse con un golpe, por eso el cierre influye mucho en la seguridad de un casco. Siendo el más cómodo el cierre automático (tiras de un clic y sueltas las correas, o bien con dos botones, uno a cada lado) el sistema de doble anilla suele ser el más seguro (aunque también el más incómodo).
VENTILACIÓN: además de la comodidad del casco por aportar aire y ventilación a la cabeza, la ventilación tiene una función aerodinámica del casco. Un casco sin sistema de ventilación a más de 100 km/h puede lesionarnos el cuello de un tirón, además de crear ruidos y vibraciones que provocan incomodidad y poca seguridad.
INTERIOR DESMONTABLE: Teniendo en cuenta que es un factor fundamental para la higiene del casco, ya que la suciedad, sudor y pelos se suelen acumular con el uso, un interior desmontable aporta seguridad. El acolchado interior suele ceder con el tiempo y no quedar tan ajustado a la cara como el primer día, por ello se aconseja un cambio del acolchado interior del casco cada cierto tiempo.
EL PESO: aunque el peso de los cascos actuales no es excesivo y oscila entre el kilo y los dos kilos y medio de peso, un casco ligero reduce la fatiga y las sobrecargas musculares de hombro y cuello. El casco ideal sería un casco ligero y seguro, generalmente los fabricados en fibra de carbono suelen ser los más acertados.
EL DISEÑO: quizás sea el factor menos importante respecto a la seguridad y el más equívoco a la hora de escoger el casco. Tenemos que tener en cuenta que un casco de colores claros y llamativos hacen más visible al motorista en zonas más oscuras o cuando se ilumina, por ello un diseño que aporta seguridad es aquel que es muy visible y si posee un toque de pintura reflectante mejor aún.